Crédito personal o hipotecario

Ante el objetivo de ejecutar cualquier proyecto que necesitemos desembolso económico podemos plantearnos tirar mano a nuestros ahorros, si los tuviéramos, o acudir a la financiación mediante un crédito personal o hipotecario.

Crédito o Préstamo

Centrándonos en la financiación está debe adecuarse a nuestras necesidades e, indiscutiblemente, a las características del proyecto en cuestión.

Tres factores serán decisivos en la selección de la financiación adecuada: las características del retiro del efectivo, volumen de su importe y el periodo de duración del activo o inversión.

Si nos planteamos la adquisición de cualquier producto que necesite únicamente un desembolso inicial, como sería la adquisición de una vivienda o un vehículo, estaríamos hablando de préstamos. En el momento de la concesión retiramos íntegramente el importe que nos concedieron.

Por contra, para los créditos lo que se establece es un tope máximo para la retirada de efectivo. Si en vez de la compra de la casa, antes mencionada, pensamos en ser los promotores de la misma obviamente desde el proyecto hasta su ejecución el producto adecuado es el crédito. Iremos retirando efectivo poco a poco para ir pagando al arquitecto, licencia y desarrollo de la obra.

Además tendrá sentido la solicitud de créditos para aquellas actividades que exijan puntas de tesorería negativas. Por ejemplo los créditos serán adecuados para autónomos haciendo frente a los pagos a proveedores, hacienda y seguridad social. Para trabajar con créditos es interesante mantener el dispuesto tan bajo como sea posible ya que los mayores intereses se pagan por las posiciones deudoras.

Fuera del ámbito profesional, ya citado, las personas físicas pueden solicitar los créditos como colchón de gastos imprevistos, sabiendo que durante la vigencia, si desea cancelarlo previamente,  o al vencimiento podrán cumplir con las obligaciones contraídas.

El periodo de vigencia de un crédito se ve muy relacionado con el importe del que estemos hablando, podemos encontrar créditos de hasta 5.000,00 euros y duración tres, seis, nueve, doce, dieciocho o veinte cuatro meses.

Duración del préstamo y vida útil

Retomando los préstamos es fundamental acompasar la financiación con la duración o vida útil del objeto o servicio adquirido.

Pongamos como ejemplo un vehículo; la duración habitual, en condiciones aceptables, se encuentra entre los 8 y 10 años. El préstamo como máximo tendrá ese intervalo entre los 8 y los 10. Una duración del préstamo inferior no nos causará problemas pero la superior seguro que lo logra.

¿Dónde se encuentra el problema? la respuesta es sencilla en el primer día después de los 10 años necesitamos adquirir un vehículo nuevo, el viejo ha llegado a su vida útil, y seguramente necesitaremos de nuevo financiación. Nuestra carga mensual por pagos en vehículos se ha duplicado cuando realmente estamos disponiendo de un único automóvil.

La regla a aplicar es sencilla ¿ cuánto dura lo que compro? pues la duración de su financiación debe ser igual o inferior a ese periodo.

Jose Vte. Sorni